El juego de las hormonas

Es increíble la cantidad de cosas que uno aprende cuando afronta situaciones completamente diferentes a las que esta acostumbrada. Estoy ad portas de mi primer parto, y mi interés en lectura se ha volcado a todo lo que va suceder en mi cuerpo durante esta etapa que prefiero no catalogarla como dolorosa, sino como intensamente poderosa.


Me gustaría describir el parto como un juego de hormonas, en el que intervienen, hasta donde he logrado investigar, las prostaglandinas, la oxytocina, las endorfinas y la adrenalina. De ellas, antes de mi embarazo, solo había escuchado sobre la adrenalina y la asociaba con la hormona que producimos cuando estamos ante situaciones de alto riesgo, como por ejemplo cuando vamos a lanzarnos en paracaídas, hacer rápidos en un río caudaloso, o hacer el salto del ángel!! Rápidos he hecho dos veces en mi vida y aunque quizás lo repetiría, no es mi actividad favorita, el salto del ángel lo hice en mi curso de corresponsal militar pero tuve que tomar mi dosis de valeriana con anterioridad, un salto en paracaídas jamas se me ha cruzado por la mente, pero como bien dice el adagio... tome pa que lleve!!!

Las prostaglandinas son hormonas que permiten el ablandamiento del cuello uterino, se usan artificialmente si el cuerpo no decide activar su producción de forma natural, las prostaglandinas están presentes en el semen masculino de allí los consejos para estimular el parto, noticias positivas, jiji.

La oxytocina es la hormona del amor, de la confianza en uno mismo, se activa naturalmente en la maternidad y cuando el cuerpo esta listo para comenzar la labor del parto. La oxytocina también se libera en las relaciones intimas, yuhu, mas buenas noticias!!

Las endorfinas fueron mi máxima sorpresa, también llamadas hormonas de la alegría son nuestra anestesia natural, estudios han probado que pueden ser mas fuertes incluso que la morfina y que son las que permiten a las mujeres afrontar el parto como una experiencia poderosa e intensa en lugar de dolorosa y exhaustiva.

Pues bien, si los niveles de adrenalina son demasiado altos el cuerpo podría llegar a paralizar la producción de oxytocina, y si los niveles de oxytocina son demasiado bajos, las contracciones se hacen mas débiles, y el trabajo de parto puede alargarse y hacerse mas doloroso, es muy importante que las contracciones sean fuertes para que el parto pueda desarrollarse normalmente. Asimismo, niveles altos de adrenalina podrían disminuir la producción de endorfinas y el dolor se volvería el protagonista principal de lo que debería ser la experiencia mas poderosa en la vida de una mujer, donde todas nuestras fuerzas estén presentes. Las endorfinas se activan de forma natural, pero conscientemente podemos ayudar a que sus niveles se mantengan e incluso aumenten, con técnicas como la visualización de momentos felices, en un ambiente tranquilo y con musica agradable, por ello las técnicas de relajación que se aprenden en los cursos de yoga maternal etc.

No quiero pintar la adrenalina como la mala del paseo hormonal, pues también cumple un papel importante en el parto, nos ayuda a afrontar un momento en el que inconscientemente percibimos como de riesgo y de dolor para nosotros y nuestro futuro hijo, pero es de fundamental importancia que sus niveles se mantengan bajos comparados con las otras hormonas que nos ayudaran a sobrellevar el parto de la manera mas natural, como lo hicieron nuestras madres y como lo han hecho millones de mujeres desde el inicio de la humanidad.


A la bio, a la bao, endorfina, oxytocina, prostaglandina, a la bim bom bao!!!!